• by Administrador
  • 13 marzo, 2019

    Otra opción es la que proponen en la clínica del doctor Chamosa. Antes de someterse a una reestructuración del brazo, como la clásica braquioplastia, que es una solución para casos de flacidez avanzada, es partidario de un retoque previo, mucho más discreto, que consiste en estirar la piel aflojada, tras eliminar la porción de tejido excedente y/o grasa localizada, que se atisba de forma incipiente bajo el brazo, en su tercio superior. La pequeña cicatriz se oculta bajo la axila. “La clave del éxito radica en tratar el problema en el momento en que comienzan a revelarse los primeros signos de flacidez. De este modo, el resultado será más natural y la cicatriz, menos visible”, explica el doctor Miguel Chamosa.

    Puede leer el artículo completo en la Revista HOLA