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by Administrador
Tras la cirugía se pueden colocar tubos de drenaje bajo la piel durante 2 ó 3 días para disminuir la posibilidad de que se acumulen fluidos. Se colocará una faja, medias o vendaje elástico sobre la zona tratada para controlar el hinchazón y el sangrado y para ayudar a la piel a adaptarse al nuevo contorno. Suele ser necesario llevarlo durante 2 ó 3 semanas, y luego sólo durante el día durante unas semanas más, dependiendo de las instrucciones de su cirujano plástico. También pueden administrarse antibióticos para prevenir la infección. No espere tener un aspecto óptimo justo después de la cirugía; además se encontrará más pesada debido a el exceso de fluidos que se administran. Las áreas liposuccionadas estarán hinchadas y con hematomas y se puede tener una sensación de quemazón. El dolor puede aliviarse con la medicación prescrita por su cirujano plástico. Puede perder sensibilidad en la zona tratada; no se preocupe, retornará. No es infrecuente sentirse algo deprimido en los primeros días o semanas tras la cirugía; sepa que es algo normal y que cederá a medida que vaya viéndose mejor. La curación es un proceso gradual. Su cirujano plástico le indicará que comience a caminar tan pronto como le sea posible (para prevenir la formación de trombos venosos en las piernas), pero no realice actividades intensas durante 2 a 4 semanas. Los puntos serán retirados entre los 5 y 10 días, y podrá volver a trabajar en 2 ó 3 días, o como mucho, tras 2 semanas desde la intervención, dependiendo de la extensión de la liposucción y de las recomendaciones de su cirujano. El hinchazón y los hematomas desaparecerán en el primer o segundo mes tras la liposucción; sin embargo, una mínima inflamación puede mantenerse durante 6 o más meses.